Es un procedimiento diseñado para reducir la dimensión vertical de la frente, que a veces es desproporcionada en comparación con los otros tercios faciales. Se realiza una incisión a lo largo de toda la línea del cabello, eliminando una sección de piel de la frente y reposicionando los tejidos para disminuir su longitud. En promedio, es posible reducir aproximadamente 2 cm, y en algunos casos hasta 3 cm. La cicatriz quirúrgica queda oculta a lo largo de la línea del cabello y puede tratarse para que con el tiempo sea casi imperceptible.
Es una cirugía muy solicitada con el fin de armonizar los tercios faciales, especialmente en pacientes que tienen la frente ancha. La recuperación es rápida, y los puntos de sutura se pueden retirar 8 días después de la cirugía.